A la hora de plantear la estrategia de seguir en la formación de un deportista, hemos de pensar en la eficacia para lo cual es imprescindible y fundamental:
- La adaptación del organismo a lo largo del proceso de formación del deportista.
- Una correcta asimilación de hábitos motrices.
- Desarrollar las cualidades motrices que desarrollan estos hábitos.
Los principios del entrenamiento deportivo son el conjunto de directrices generales, que basadas en las ciencias biológicas, psicológicas y pedagógicas posibilitan al entrenador la adecuada implantación de los procesos globales del entrenamiento, los métodos y la planificación, así como el control sobre el conjunto del proceso de entrenamiento.
La teoría y la practica del entrenamiento deportivo han concluido en los siguientes principios fundamentales:
Principio de la Participación activa y consciente del entrenamiento: Este principio contempla una preparación y conducción del entrenamiento y una actividad tal entre el entrenador y sus alumnos que posibilite saber por qué y para qué actúa. Del principio de lo consciente se desprende la siguiente regla: "El estudiante debe conocer el resultado de su actividad así como la valoración que se da en los ejercicios realizados". Cuando un deportista, después de realizar un ejercicio, analiza sus movimientos, debe juzgar sus errores y saber como superarlos, para así estar en condiciones de repetir el ejercicio con mas éxito.
Principio de la Multilateralidad: La necesidad de un desarrollo multilateral parece estar acentuada en la mayoría de los casos de la educación. Es necesario exponerse a un desarrollo multilateral con el fin de adquirir los fundamentos para una especialización posterior.
El principio de la multilateralidad ha de ser una de las bases que va a comprender la interdependencia de todos los sistemas y órganos del deportista, así como entre los distintos procesos fisiológicos y psicológicos del mismo en la primera etapa de formación, por lo tanto los entrenadores en primer lugar, deben considerar un proceso de entrenamiento dirigido hacia un desarrollo funcional y armónico del futuro deportista. Por tanto, el principio de la multilateralidad determina y afirma en la necesidad de adquirir una formación polivalente, con el fin de evitar una especialización prematuro.
Principio de especialización: La especialización, o los ejercicios específicos para un deporte o especialidad, llevan a alteraciones morfológicas y funcionales relacionadas con la especificidad del deporte. El organismo se adapta al tipo de actividad a que se expone. Esta adaptación no es solamente fisiológica sino que es aplicable también a efectos técnicos.
La relación entre entrenamiento multilateral y especializado tiene que se cuidadosamente planificada, considerando el hecho de que en el deporte contemporáneo existe una tendencia a bajar la edad de maduración atlética. Ante esta tendencia de iniciaciones precoces en la mayoría de los deportes, la relación entre lo polivalente y lo específico ha de ser cuidadosamente planificado, con el fin de no introducir al deportista en una especialización prematura.
Principio de la Participación activa y consciente del entrenamiento: Este principio contempla una preparación y conducción del entrenamiento y una actividad tal entre el entrenador y sus alumnos que posibilite saber por qué y para qué actúa. Del principio de lo consciente se desprende la siguiente regla: "El estudiante debe conocer el resultado de su actividad así como la valoración que se da en los ejercicios realizados". Cuando un deportista, después de realizar un ejercicio, analiza sus movimientos, debe juzgar sus errores y saber como superarlos, para así estar en condiciones de repetir el ejercicio con mas éxito.
Principio de la Multilateralidad: La necesidad de un desarrollo multilateral parece estar acentuada en la mayoría de los casos de la educación. Es necesario exponerse a un desarrollo multilateral con el fin de adquirir los fundamentos para una especialización posterior.
El principio de la multilateralidad ha de ser una de las bases que va a comprender la interdependencia de todos los sistemas y órganos del deportista, así como entre los distintos procesos fisiológicos y psicológicos del mismo en la primera etapa de formación, por lo tanto los entrenadores en primer lugar, deben considerar un proceso de entrenamiento dirigido hacia un desarrollo funcional y armónico del futuro deportista. Por tanto, el principio de la multilateralidad determina y afirma en la necesidad de adquirir una formación polivalente, con el fin de evitar una especialización prematuro.
Principio de especialización: La especialización, o los ejercicios específicos para un deporte o especialidad, llevan a alteraciones morfológicas y funcionales relacionadas con la especificidad del deporte. El organismo se adapta al tipo de actividad a que se expone. Esta adaptación no es solamente fisiológica sino que es aplicable también a efectos técnicos.
La relación entre entrenamiento multilateral y especializado tiene que se cuidadosamente planificada, considerando el hecho de que en el deporte contemporáneo existe una tendencia a bajar la edad de maduración atlética. Ante esta tendencia de iniciaciones precoces en la mayoría de los deportes, la relación entre lo polivalente y lo específico ha de ser cuidadosamente planificado, con el fin de no introducir al deportista en una especialización prematura.
Principio de la Progresión: Este principio se basa en el aumento o variación de la carga externa a lo largo del proceso de entrenamiento. Este principio hace referencia a la elevación gradual de las cargas de entrenamiento, el aumento del volumen y la intensidad de los ejercicios de entrenamiento realizado, la complejidad de los movimientos y el crecimiento de la tensión psíquica.
Se puede generalizar diciendo que la carga debe ser mayor a medida que va aumentando la capacidad de rendimiento. Sin embargo, se ha podido comprobar que en lo jóvenes se logra una adaptación mas estable y, por consiguiente un mayor aumento del rendimiento, cuando se aumenta con cuidado la carga y se utilizan las reservas para entrenar mas ampliamente (Harre, 1973).
Principio de la Especificidad: Los efectos son específicos al tipo de estímulo de entrenamiento que se utilice en las tareas, es decir, específico al sistema de energía, especifico al grupo muscular y específico al tipo de movimiento de cada articulación. El rendimiento mejora mas cuando el entrenamiento es específico a la actividad. Correr no es la mejor preparación para saltar y viceversa.
Principio de Individualización: La base fundamental para realizar este principio es la confección de planes individuales de entrenamiento (mensuales, anuales y a largo plazo). En las sesiones de entrenamiento, la parte principal se debe llevar a cabo según individualizados o para grupos homogéneos o de características similares.
Cada persona responde de una manera diferente al entrenamiento por razones como: Herencia, maduración, nutrición, descanso y sueño, nivel de condición, motivación en incidencias ambientales.
Principio de la Continuidad: Este principio plantea la sucesión regular de las unidades de entrenamiento. Se debe saber que ejercicios aislados o entrenamientos muy distantes no provocan efectos positivos en el proceso de adaptación. Sólo la repetición garantiza la fijación de los hábitos y conocimientos, la estabilidad de la técnica y la adquisición de experiencia en los logros deportivos.
Principio de la relación óptima entre carga y recuperación: La carga y la recuperación van íntimamente unidas en el entrenamiento. El fundamento biológico de ello es el fenómeno de la supercompesación. Esto significa que se necesita un tiempo de recuperación después de una carga eficaz (sesión de entrenamiento), con el fin de poder soportar una carga parecida en condiciones favorables.
Principio de la Variedad: Este principio puede relacionarse directamente con el principio de la multilateralidad y consiste esencialmente en producir una variación de los estímulos para que el proceso de adaptación sea continuo, es decir, si el estimulo siempre es el mismo, la adaptación irá disminuyendo así como el efecto sobre el organismo.
Principio de Acción Inversa: Los efectos del entrenamiento son reversibles. Las mayorías de las adaptaciones que se logran en muchas horas de trabajo pueden perderse (se necesita tres veces mas tiempo en ganar resistencia que en perderla).
Principio de Calentamiento y vuelta a la calma: El calentamiento debe proceder toda actividad intensa con el fin de:
Se puede generalizar diciendo que la carga debe ser mayor a medida que va aumentando la capacidad de rendimiento. Sin embargo, se ha podido comprobar que en lo jóvenes se logra una adaptación mas estable y, por consiguiente un mayor aumento del rendimiento, cuando se aumenta con cuidado la carga y se utilizan las reservas para entrenar mas ampliamente (Harre, 1973).
Principio de la Especificidad: Los efectos son específicos al tipo de estímulo de entrenamiento que se utilice en las tareas, es decir, específico al sistema de energía, especifico al grupo muscular y específico al tipo de movimiento de cada articulación. El rendimiento mejora mas cuando el entrenamiento es específico a la actividad. Correr no es la mejor preparación para saltar y viceversa.
Principio de Individualización: La base fundamental para realizar este principio es la confección de planes individuales de entrenamiento (mensuales, anuales y a largo plazo). En las sesiones de entrenamiento, la parte principal se debe llevar a cabo según individualizados o para grupos homogéneos o de características similares.
Cada persona responde de una manera diferente al entrenamiento por razones como: Herencia, maduración, nutrición, descanso y sueño, nivel de condición, motivación en incidencias ambientales.
Principio de la Continuidad: Este principio plantea la sucesión regular de las unidades de entrenamiento. Se debe saber que ejercicios aislados o entrenamientos muy distantes no provocan efectos positivos en el proceso de adaptación. Sólo la repetición garantiza la fijación de los hábitos y conocimientos, la estabilidad de la técnica y la adquisición de experiencia en los logros deportivos.
Principio de la relación óptima entre carga y recuperación: La carga y la recuperación van íntimamente unidas en el entrenamiento. El fundamento biológico de ello es el fenómeno de la supercompesación. Esto significa que se necesita un tiempo de recuperación después de una carga eficaz (sesión de entrenamiento), con el fin de poder soportar una carga parecida en condiciones favorables.
Principio de la Variedad: Este principio puede relacionarse directamente con el principio de la multilateralidad y consiste esencialmente en producir una variación de los estímulos para que el proceso de adaptación sea continuo, es decir, si el estimulo siempre es el mismo, la adaptación irá disminuyendo así como el efecto sobre el organismo.
Principio de Acción Inversa: Los efectos del entrenamiento son reversibles. Las mayorías de las adaptaciones que se logran en muchas horas de trabajo pueden perderse (se necesita tres veces mas tiempo en ganar resistencia que en perderla).
Principio de Calentamiento y vuelta a la calma: El calentamiento debe proceder toda actividad intensa con el fin de:
- Aumentar la temperatura del cuerpo.
- Aumentar el ritmo de respiración del corazón.
- Prevenir lesiones.
La vuelta a la calma es tan importante como el calentamiento, esta consiste en una ligera actividad después del trabajo intenso y presenta dos características importantes:
- Favorece la recuperación.
- Ayuda a la circulación en la renovación de los productos desechos en la sangre.
El entrenador debe incluir el calentamiento y la vuelta a la calma en cada sesión de entrenamiento.
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